Solsticio de diciembre

¿Qué son los solsticios?


Los solsticios ocurren porque el eje de rotación de la Tierra está inclinado a unos 23,4 grados respecto a la órbita terrestre alrededor del Sol. Esta inclinación da lugar a las estaciones de nuestro planeta, ya que los hemisferios norte y sur reciben cantidades desiguales de luz solar a lo largo del año. De marzo a septiembre, el hemisferio norte está más inclinado hacia el Sol, lo que provoca la primavera y el verano. De septiembre a marzo, el hemisferio norte está más alejado, de ahí que se produzcan el otoño y el invierno. Las estaciones del hemisferio sur están invertidas.

En dos momentos del año —los denominados solsticios—, el eje de la Tierra registra su máxima inclinación hacia el Sol. El hemisferio que está más inclinado hacia nuestra estrella vive su día más largo, mientras que el que está más alejado registra su noche más larga. Durante el solsticio de verano del hemisferio norte —que cae en torno al 21 de junio—, el hemisferio sur vive su solsticio de invierno. Del mismo modo, durante el solsticio de invierno del hemisferio norte —que cae en torno al 22 de diciembre—, el hemisferio sur vive su solsticio de verano.

También podemos pensar en los solsticios según dónde aparece el Sol en la Tierra. Cuando ocurre el solsticio de verano en el hemisferio norte, el Sol aparece directamente sobre el trópico de Cáncer, la línea de latitud a 23,5 grados Norte. (Es lo más al norte que puedes viajar y ver el Sol directamente encima de ti.) Durante el solsticio de invierno del hemisferio norte, el Sol aparece directamente sobre el trópico de Capricornio, el reflejo meridional del trópico de Cáncer.

La Tierra no es el único planeta con solsticios y equinoccios; cualquier planeta con un eje de rotación inclinado los tiene. De hecho, los científicos planetarios utilizan los solsticios y equinoccios para definir las «estaciones» de los otros planetas de nuestro sistema solar.

Con todo, cabe destacar que las estaciones de otros planetas no equivalen climáticamente a las de la Tierra por varios motivos. En primer lugar, la inclinación axial de los planetas varía: el eje de rotación de Venus está inclinado solo tres grados, así que hay mucha menos diferencia estacional entre los solsticios de verano e invierno del planeta que entre los de la Tierra. Asimismo, planetas como Marte tienen órbitas menos circulares que la Tierra, lo que significa que sus distancias del Sol varían mucho más drásticamente que la nuestra, con efectos mucho mayores en las temperaturas estacionales.

La inclinación axial de la Tierra desempeña un papel mucho más importante que su órbita casi circular a la hora de regir las estaciones anuales. La Tierra registra su máximo acercamiento al Sol unas dos semanas después del solsticio de diciembre, durante el invierno del hemisferio norte. Nuestro planeta está más alejado del Sol unas dos semanas después del solsticio de junio, durante el verano del hemisferio norte.

 El solsticio de invierno

Este año, el solsticio de invierno del hemisferio norte tendrá lugar el 21 de diciembre a las 10:02 UTC (11:02 en hora peninsular española). Al sur del ecuador, este momento marca el comienzo del verano. Los solsticios ocurren al mismo tiempo en todo el mundo, pero sus horas locales varían según el huso horario.

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